CITAS Y AFORISMOS
"Es una experiencia verdaderamente fascinante, te olvidas de todo, de todas las preocupaciones, de todos los problemas, toda tu atención se centra en no caerte, es un deporte en el que interviene todo el cuerpo. Produce una enorme sensación de libertad sentirse tan cerca de las rocas, de la naturaleza, de las montañas, cuando alcanzas la cima sientes tal felicidad que quieres volver a experimentar esa sensación lo más a menudo posible".
Leni Riefenstahl

miércoles, 16 de junio de 2010

- SAMIVEL, "EL SENTIMIENTO DE LA MONTAÑA"




















SAMIVEL, "El sentimiento de la montaña".

Paul Gayet-Tancrède, Samivel

"Cada cual sigue, más o menos, un destino que se forja él mismo y, por eso, cada cual tiene tal vez las alegrías que se merece; por ejemplo, la montaña ganada con entrega se lleva con uno de distinto modo que la obtenida sin ella. Para que la montaña le impregne a uno hay que cultivar ese esfuerzo, para que lleve conmigo, como parte de mí mismo, bosques, picos, glaciares, para que cada línea del paisaje proyecte su doble en mi pantalla interior, para que cada roca y cada árbol deje en nosotros su fantasma y el agua de los torrentes corra ya por dentro de mí: las montañas, como en un juego de ecos, devuelven lo que se les da."

"Con el turismo de masas llegan los papeles grasientos y los dioses se van. La montaña tiene puertas invisibles que esas masas no franquearán nunca. Será el mismo amanecer, el espectáculo será idéntico; pero son los espectadores quienes no son los mismos hombres".

"No hay empresa más falsa que facilitar el acceso a una belleza cualquiera, porque con ello pierde la mitad de sus virtudes. Hay justamente, en el tren de la Jungfrau, una estación intermedia que, por un túnel abierto en la montaña, desemboca en plena cara Norte del Eiger. ¿Podría usted sostener que los rebaños de viajeros que se acodan en este balcón excepcional experimentan algo comparable a los sentimientos de un escalador perdido en esta misma cara norte en compañía de un único camarada?. Ni soledad ni silencio. Suprimida la angustia del vacío, sin ninguna tensión física ni moral...¿qué queda? ¿el paisaje?. Tampoco, pues recorren con una mirada indiferente y enseguida aburrida los salvajes cortados donde el hielo cuelga sus guirnaldas. Una soledad al menos relativa y el silencio son, por ejemplo, las condiciones más preciosas del placer alpino, y la presencia de una masa les es mortal. Para entrar en familiaridad con las montañas es preciso franquear antes multitud de obstáculos, colocados allí como pruebas que no todos podrían superar; la primera belleza de un desierto es justamente estar desierto".


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