CITAS Y AFORISMOS
"Es una experiencia verdaderamente fascinante, te olvidas de todo, de todas las preocupaciones, de todos los problemas, toda tu atención se centra en no caerte, es un deporte en el que interviene todo el cuerpo. Produce una enorme sensación de libertad sentirse tan cerca de las rocas, de la naturaleza, de las montañas, cuando alcanzas la cima sientes tal felicidad que quieres volver a experimentar esa sensación lo más a menudo posible".
Leni Riefenstahl

domingo, 10 de julio de 2011

- EL CANIGÓ. LA MONTAÑA MÁGICA DE CATALUÑA

El Canigó. La montaña mágica de Cataluña

El Canigó, visible desde toda Cataluña Norte, desde el mar y desde las planas empordanesas ha llegado a ser por muchos motivos la montaña símbolo de las tierras catalanas y durante mucho tiempo se creyó que era la montaña más alta de nuestro Pirineo. A sus pies se extiende una serie de pueblos que vivieron el inicio de nuestra reconquista y fueron la cuna de Cataluña.

Encontramos dos monasterios románicos: Sant Martí, fundado en el año 1007 por el conde Guifré II de Cerdanya y de Conflent, se considera la cuna de Cataluña.

El macizo del Canigó es una elevación solitaria en medio de la llanura, que se erige desde los 300 m hasta los 2.784 m. Por tanto goza de una gran variedad biológica que se traduce en explotaciones mineras desde tiempos remotos, poblaciones antiguas y vestigios históricos, aguas medicinales y balnearios, riqueza vegetal y reservas naturales, etc.

La primera ascensión documentada a la Pica del Canigó es la de Pedro II El Grande, rey de Cataluña y Aragón, en el año 1285.
Actualmente hay muchos caminos diferentes para llegar a la cima. Pero la ruta más clásica y fácil, es la que empieza en el Refugio de los Cortalets y que, en poco más de dos horas, te lleva hasta la cima (2.784 m).
Para llegar al refugio en coche, hemos de ir hasta la Prada de Conflent, y desde allá, coger la carretera que lleva a Villerac. Después de atravesar este pequeño pueblo, acaba la carretera y se convierte en una pista forestal, indicada con un rótulo "Massís del Canigó". La seguiremos durante 23 kilómetros hasta llegar a los Cortalests.

La montaña sagrada de los Catalanes

El Canigó no sólo es una montaña. Es uno de los elementos más emblemáticos de los Països Catalans. Cautivado por la belleza de estos parajes, el gran poeta Jacint Verdaguer escribió en el año 1886 su poema épico Canigó, exaltación del amor, el patriotismo y la leyenda.

(...)
Com dos gegants d'una llegió sagrada
sols encara hi ha drets dos campanars:
són los monjos darrers de l'encontrada,
que ans de partir, per última vegada,
contemplen l'enderroc de sos altars.


Són dues formidables sentinelles
que en lo Conflent posà l'eternitat;
semblen garrics los roures al peu d'elles;
les masies del pla semblen ovelles
al peu de llur pastor agegantat.
(...)

Jacint Verdaguer, Canigó

El renacimiento de la cultura catalana en la Catalunya Nord se puede situar precisamente con la creación del poema "Canigó" de Jacint Verdaguer (Barcelona, 1886). Este poema dará al catalán su estatuto de lengua literaria.
Hoy con sus 11 millones de locutores el catalán es la séptima lengua hablada en Europa y la décima lengua más traducida en el mundo (cifras de la UNESCO). El poema épico Canigó tiene por cuadro las leyendas canigonescas del nacimiento de Cataluña, que hará tomar consciencia a diversos intelectuales de la riqueza y el valor de la lengua catalana.

La Llama del Canigó

En el pueblo de Arles de Tec, nació Francesc Pujade. Profundamente catalán, excursionista y enamorado del Canigó (donde subió 130 veces) y del poema de mosen Jacinto que lleva este nombre. Había nacido un 23 de junio y aprovechó esta coincidencia para reavivar la tradición de los fuegos de San Juan injertándolos con la mítica magia del Canigó y dotándolos de un profundo sentido de nacionalismo y de unidad de los Países Catalanes.

Así, el 23 de junio de 1955, con unos amigos subió a la cima llevando unas ramas de leña, ya que arriba no hay vegetación, y encendieron un hoguera que fue visible desde muchos pueblos. Al año siguiente volvieron pero esta vez en todas partes desde donde se veía el Canigó tenían preparadas hogueras con la consigna de encenderlas cuando viesen quemar la de la Pica.

La Llama del Canigó evoluciona: en 1963, se encendió el fuego en la Pica, bajaron la llama a la plana, y así encendieron con ella el máximo de hogueras posibles. A partir de 1964 ya se dejaría la llama en el Castellet de Perpinyà donde estaría encendida durante todo el año y el día 22 de junio la volverían a subir a la cima para regenerarla. A partir de 1966 la Llama entra en el Principado y se empieza a distribuir.

Actualmente, el día 22 de junio a la mañana se recoge la Llama en el Castillet y se sube a la cima a últimas horas de la tarde; a medianoche se procede a la ceremonia de regeneración y, todo el mundo puede encerder la llama. Con la llama regenerada se encenderán, la noche del día 23, una hoguera hecha con unas ramas de leña que, provenientes de todas parte de los Països Catalans, que habran subido el domingo anterior. Con la llama de esta hoguera se encenderá un candil en el Castellet para quemar todo el año hasta el próximo 22 de junio, que volverá a empezar el ciclo.

Así el fuego se convirtió en un símbolo y la Llama del Canigó llevadora de un mensaje de paz y amor, signo de identidad de todo un pueblo que quiere ganar su cultura, su lengua, sus tradiciones y costumbres.

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