CITAS Y AFORISMOS
"Es una experiencia verdaderamente fascinante, te olvidas de todo, de todas las preocupaciones, de todos los problemas, toda tu atención se centra en no caerte, es un deporte en el que interviene todo el cuerpo. Produce una enorme sensación de libertad sentirse tan cerca de las rocas, de la naturaleza, de las montañas, cuando alcanzas la cima sientes tal felicidad que quieres volver a experimentar esa sensación lo más a menudo posible".
Leni Riefenstahl

lunes, 18 de junio de 2012

- Crónica ascenso al Aneto (3.403m.) 26 de Mayo 2012 Hispania Verde

El viernes comenzó algo más pronto de lo habitual. Marchábamos hacia los Pirineos y desde distintas regiones de España, otras doce personas desde los 28 a los 65 años ( si, con 65 años se puede coronar el Aneto), marchábamos hacia Benasque (Huesca) Aragón.

A lo largo de la tarde, poco a poco, nos fuimos reuniendo tras un primer ascenso hasta el refugio de “La Reclusa” (2.140m.). Apenas nos conocemos, pero vamos estrechando lazos y las conversaciones y la convivencia van creando comunidad… nos instalamos en las camaretas y preparamos los equipos. Buen ambiente. Una copiosa cena para cargar pilas y nos vamos mentalizando para las horas venideras, como buenos chicos y chicas, nos vamos pronto a descansar…

04:00 am. Suena el despertador. Hoy amanecemos antes que el sol. La ilusión y los nervios se comparten en el desayuno y antes de las 05:00h estamos con los equipos puestos, dispuestos a acometer nuestro reto. Con los frontales iluminando nuestros pasos, ansiosos, empredemos la marcha. El Aneto, presidiendo nuestra magnífica cordillera Pirenaica, parece que nos espera.

La nieve sufre nuestra embestida, los crampones y piolets, nos ayudan en la subida y tras nosotros, los verdes valles van quedando lejos… comenzamos a sentir el aliento cada vez más acelerado, en ocasiones la nieve llega por encima de las rodillas. Nada nos detiene. Nuestro rastro de pisadas se pierde en la lejanía allá abajo, pero nuestra vista ahora está fija en el “Portillón”, única entrada natural al glaciar que nos llevará a la base del Aneto. El angosto portal de viva roca nos ofrece una vista única,…no nos dejamos enamorar más de lo necesario, nos queda un largo trecho, sólo hemos recorrido un tercio del camino de ida.

El camino se vuelve más lineal, pero no cesamos de ascender, el sol rebota en la nieve del glaciar, las gafas y la protección solar se hacen imprescindibles , las piernas empiezan a notar que ya no hay tanto oxígeno.

Paso a paso, cada vez más cortos , seguimos inquebrantables en el objetivo. Parada para reponer fuerzas, físicas y espirituales. Las vistas y las sensaciones interiores ante tanta majestad hacen valer el esfuerzo y nos motivan a atacar la cumbre…

Pasos más cortos aún, aún más violento el sol que nos rebota su luz y calor en la nieve hacia nuestras caras, el corazón late fuerte bajo el pecho y el aliento brota constante y virulento en nuestra boca, el esfuerzo se ha vuelto ambición…vamos a lograrlo, ¡Podemos lograrlo!

Estamos ante el paso de Mahoma, si queremos llegar a la cumbre debemos dejar aquí todos los equipos, y queremos llegar!

El estrecho, irregular y afilado previo a la cumbre, nos pretende intimidar con los verticales patios de caída libre de más de 500 mortales metros a ambos lados, pero no es rival… sólo podemos pasar y volver en grupos reducidos por las dimensiones del paso y por la necesaria seguridad, pero al fin, ¡El Aneto es nuestro! ¡Con sus 3.403m.de altura, la cumbre más alta de los Pirineos está ahora bajo nuestros pies!

Ante nosotros un espectacular mar de nubes, roca y nieve nos recompensa la vista, el esfuerzo, todo lo sacrificado… nos recompensa el alma y nos plantea en lo profundo que para lograr las metas siempre hay que arriesgar y tener espíritu de sacrificio. Nadie te dará nada, si quieres algo, lo que sea, tienes que proponértelo firmemente y saber ver cual es la manera mejor de atacar para lograrlo.
Sin el grupo, es posible que algunos no hubieran llegado, que hubiesen abandonado… otra gran lección. Pensaba que iba al monte, pero he ido a otro tipo de escuela…y he aprendido tanto en la Naturaleza, que ahora empiezo, mientras escribo, a procesar la sabiduría adquirida y no ceso.

Comienza el regreso, bajamos de la cumbre, ahora el paso de Mahoma se ve diferente, pero no exento de riesgo, con mucho cuidado regresamos hasta los equipos y una vez todos reunidos, emprendemos la vuelta. Volver no es sencillo aunque pueda parecerlo, es otra manera de esfuerzo. Pero la mente está ahora en un estadio que te permite continuar, feliz y seguro hacia el origen tras coronar la meta. Todos tenemos la moral alta y el descenso se disfruta incluso patinando como si fuésemos trineos humanos en algunos tramos. La física hace su tarea y a medida que bajamos aumenta el oxígeno, se nota, os lo aseguro. Todos gozamos a nuestra manera y compartimos lo vivido.

Ya estamos en el refugio, han sido 9 intensas horas. Nueva reunión, ya sin peso, compartimos unos refrescos, descansamos levemente y regresamos a la base del valle. Quedamos en Benasque, nos reunimos en un restaurante de la localidad para despedirnos… Saludos, abrazos, besos y la ilusión de volver a vernos y compartir la montaña y la Naturaleza pronto. Quizás estés tu en la próxima. Quién sabe…

No quiero terminar ésta crónica, sin mencionar la excelencia en la organización, el cuidado, la sabiduría y conocimiento del medio, y sobre todo la Humanidad del responsable de la organización en este ascenso de Hispania Verde al Aneto.
Nuestro más afectuoso Saludo para Jesús Vallés. Sin ti, nada de ésto hubiera sido posible.
Un abrazo para todos los que hemos compartido ésto juntos.

Y TODO EL RECONOCIMIENTO A HISPANIA VERDE: ¡¡¡GRACIAS POR LO VIVIDO!!! ¡¡¡SALVD!!!
Comunicación Hispania Verde


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