CITAS Y AFORISMOS
"Es una experiencia verdaderamente fascinante, te olvidas de todo, de todas las preocupaciones, de todos los problemas, toda tu atención se centra en no caerte, es un deporte en el que interviene todo el cuerpo. Produce una enorme sensación de libertad sentirse tan cerca de las rocas, de la naturaleza, de las montañas, cuando alcanzas la cima sientes tal felicidad que quieres volver a experimentar esa sensación lo más a menudo posible".
Leni Riefenstahl

sábado, 29 de junio de 2013

- TINTÍN EN EL TIBET - Hergé

TINTÍN EN EL TIBET 
Hergé 

Todo comienza en un imaginario centro turístico en Vargèse (Saboya) junto al Capitán Haddock, Tintin lee sobre un accidente aéreo en las montañas del Himalaya. Esa misma tarde en el hotel, Tintín se duerme un poco mientras juega al ajedrez con el Capitán, a quien le está costando decidir su próximo movimiento. Tintin tiene un sueño muy real sobre su amigo Chino Chang Chong-Chen(véase El loto azul) despertando en medio de un aeroplano en llamas, y en este momento despierta violentamente, gritando "¡Chang!" y tirando todo lo que hay en la mesa. A la mañana siguiente, lee en el periódico que Chang se encontraba en el avión siniestrado en Tíbet. Creyendo firmemennte que el sueño era una visión cierta, Tintín viaja a Katmandú, seguido por un más que escéptico Capitán Haddock. Allí contratan a un sherpa llamado Tharkey, y acompañados por varios porteadores, se dirigen al lugar del impacto. 
Tras una serie de acontecimientos, descubre grandes huellas en la nieve y Tharkey afirma que pertenecen al yeti.

Los porteadores abandonan al grupo, y Tintín, Haddock y Tharkey siguen, tomando la carga que pueden. Finalmente consiguen llegar al lugar de la colisión, donde Tintín encuentra un osito de peluche semienterrado en la nieve, el cual parece ser pertenencia de Chang. Tintín se interna en la nieve tratando de seguir los pasos de Chang, y encuentra una cueva donde Chang talló su nombre en la roca. Seguidamente se produce una tormenta y Tintín cae en una hendidura en la tierra, se reincorpora a Haddock y Tharkey, quienes se habían abrigado en el avión siniestrado. 

Tharkey decide no seguir más adelante, afirmando que Chang estaba muerto, y Tintín, Milú y Haddock prosiguen cuando Tintín ve una bufanda en la ladera de una montaña. Haddock pierde su agarre y se balancea peligrosamente sobre el abismo. Quiere que Tintín corte la cuerda que les une y pueda salvarse, pero Tintín rechaza la idea, diciendo que o se salvan ambos o mueren juntos. Tharkey, movido por el desinterés de Tintín, vuelve justo a tiempo para salvarlos. Montan una tienda en la cima, pero el fuerte viento se la lleva, hasta la cara del yeti. Deciden caminar toda la noche, y finalmente ven el monasterio de Khor-Biyong. Se produce una avalancha, y los tres son enterrados por la nieve. 
Rayo Bendito, un monje del monasterio, 've' a Tintín, Milú, Haddock y Tharkey en la nieve, en una visión. Arriba en las montañas, Tintín recupera la conciencia, e incapaz de llegar hasta el monasterio, escribe una nota y manda a Milú para que la entregue. Milú marcha al monasterio pero se entretiene y pierde la nota. Por fin Milú consigue que los monjes le sigan. 

El capitán Haddock despierta en el monasterio. Allí encuentra a Tintín y Tharkey de nuevo. Después Tintín le cuenta al Gran Abad porqué están allí, y éste les recomienda abandorar la búsqueda y volver a su país. Rayo Bendito tiene otra visión, a través de la cual Tintín concluye que Chang sigue vivo, en una cueva, pero el "migou" (el yeti) le retiene. Haddock no cree en la visión, pero el abad le explica que mucho de lo que ocurre en Tíbet parece imposible a los occidentales. Tintin se dirige a Charabang, un pueblo en las montañas cercano a donde Rayo Bendito dijo que se encontraba Chang. Haddock al principio rechaza seguir a Tintín, pero acaba yendo a Charabang, y ambos, con Milú, escalan hasta el "Cuerno del Yak" - el sitio donde el monje vio a Chang. 

Esperan hasta que el yeti abandona la cueva. Tintín entra con una cámara, ya que el Capitán le había ordenado tomar una fotografía al yeti si podía. Dentro de la cueva, Tintín encuentra al fin a Chang, quien está temblando y con fiebres. Haddock no consigue avisar a Tintín del regreso del yeti, y este se adentra en la cueva, Tintín nervioso dispara accidentalmente el flash de la cámara. El yeti, asustado por la potente luz, sale corriendo de la cueva, embistiendo al Capitán, quien estaba entrando en la cueva. Llevan en camilla a Chang, éste les cuenta la historia de su supervivencia, y de como el yeti le cuidó. Chang lo llama yeti "Pobre Hombre de las Nieves", y a Tintín le asombra que no dijera "abominable".

"Por supuesto que no," dice Chang, "él me cuidó. Sin él hubiera muerto de frío y hambre." Se encuentran de nuevo con el Gran abad y un comité de monjes, que regalan a Tintin una bufanda de seda en honor al coraje demostrado, y la fortaleza de su amistad con Chang. Son hospedados de nuevo en el monasterio, y tras una semana, cuando Chang se recupera, vuelven a Nepal a caballo. Chang medita sobre que el yeti no es un animal salvaje, sino que tiene un alma humana. 

Tintin en el Tibet es el vigésimo libro de la serie Las aventuras de Tintín. Se ha dicho que fue el álbum favorito de Hergé (previamente lo fue El secreto del Unicornio), y fue escrito durante un período difícil de su vida, cuando se estaba divorciando de su primera esposa. La historia es diferente a la de los otros libros de Tintin, de antes o de después: no hay enemigos y solo un pequeño número de personajes. La historia es también inusualmente emotiva para Tintin: momentos de mucha emoción como el obstianada creencia de Tintin en la supervivencia de Chang, el descubrimiento del osito de peluche en la nieve, el Capitán Haddock sacrificandose para salvar a Tintin, el regreso de Tharkey, el encuentro con Chang, y como el yeti pierde su único amigo. Podemos ver a Tintin llorando al imaginar el destino de Chang, algo que solo se hace en dos ocasianos a lo largo de toda la serie (la otra ocasión es El loto azul). 

Tintín en el Tíbet coincide con una época de graves turbulencias en la vida de Hergé, y su creación constituyó una verdadera terapia para él que le ayudó verdaderamente a salir adelante. Según nos cuenta el propio Hergé en aquella época, (año 1958), atravesaba una verdadera una crisis y sus sueños y pesadillas eran casi siempre blancos. Estos sueños se repetían siempre y el autor se vio en la necesidad de acudir a un psiquiatra que le aconsejó que abandonara este trabajo porque nunca lo acabaría. Cosa que por suerte Hergé no hizo. No solo acabó Tintín en el Tibet, sino que, en la opinión de muchos, es una de sus obras maestras. El color blanco reina también en casi toda la obra, pero esta vez no como una pesadilla sino como una depuración. Vemos aquí a Tintín en su vertiente más humana, muy preocupado por su amigo desaparecido y que emprende un larguísimo y peligroso viaje siguiendo un sueño donde lo ha visto con vida. Hergé da rienda suelta a su fascinación por Oriente y por los fenómenos paranormales: sueños premonitorios, telepatías, levitación... 

Hergé se documentó bien a fondo para realizar esta obra. Para el yeti, según nos cuenta él mismo, tenía la lista de todas las personas dignas de crédito que lo habían visto, una descripción muy precisa de su forma de vida y fotografía de sus huellas. Hergé conoció al vencedor del Anapurna, Maurice Herzog, quien también había visto las huellas y se las describió, señalando que no eran las de ningun oso, sino las de alguien bípedo, que se detenían al pié de una montaña rocosa. 
El libro ha sido votado como la mejor novela gráfica en francés de todos los tiempos en una encuesta de profesionales, editores y críticos. 
El 1 de junio de 2006, Tintín se convirtió en el primer personaje de ficción galardonado con el premio Luz de la Verdad otorgado por el Dalái Lama . “Para mucha gente alrededor del mundo Tintín en el Tíbet es su primer contacto con el Tíbet, la belleza de sus paisajes y su cultura. Y es algo que ha ido pasando a través de generaciones,” dijo Simon van Melick, director del International Campaign for Tibet.2 Durante la ceremonia fueron distribuidas copias de Tintin in Tibet en Esperanto (Tinĉjo en Tibeto) entre asistentes y periodistas.

En 2001 la Fundación Hergé Foundation bloqueó las tentativas chinas de reescribir a Tintín y la historia del Tibet en la traducción a lengua china del álbum, porque se había publicado con el nombre de "Tintín en la China del Tíbet". El libro volvió a ser publicado con el título original, "Tintin en el Tibet". 

No hay comentarios :

Publicar un comentario